La portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía, Esperanza Oña, afirmó en el propio parlamento andaluz el día 8 de abril de 2010 que "el campo andaluz estaba mejor con Franco".
Una nueva perla del pensamiento de una dirigente de máximo nivel del PP andaluz y malagueño. Un reconocimiento tan absurdo como irreal de una España, la de la dictadura de Franco que dista mucho de la España moderna e innovadora, constitucional y democrática en la que nos hemos convertido.
Algunos del PP no pueden quitarse de encima el pasado franquista que los alumbró políticamente o bien en sus orígenes políticos o bien en su pensamiento profundo. Algunos lo aplican a diario en sus declaraciones públicas e, incluso, en acciones de gobierno que llevan a cabo en instituciones democráticas, quizás la señora Oña debiera mirarse las condenas repetidas que tiene como Alcaldesa por negar el derecho a la información a la oposición.
Recordarle a Esperanza Oña que con Franco en los ayuntamientos no había oposición, ni los ediles eran votados por los ciudadanos sino designados directamente a dedo por los dirigentes del régimen dictatorial.
Podriamos desmontar fácilmente con datos objetivos que la afirmación de Esperanza Oña no deja de ser un canto al "pasado glorioso franquista" que algunos parecen añorar. Sólo hay que recordar la emigración masiva de personas de las zonas rurales de Andalucía, no sólo a las capitales de provincia de España, o a las zonas costeras, para poder sobrevivir con dignidad, sino a los cientos de miles de españoles que dejaron España para poder trabajar en condiciones discutibles en países como francia, Suiza, Alemania...
Se puede hablar de la España franquista aislada del mundo exterior, sin relaciones con los países europeos de nuestro entorno, con pueblos sin médicos, ciudadanos sin pensiones, niños sin colegios, viviendas sin agua y sin electricidad, sin calles asfaltadas... o recordar simplemente que todos los españoles vivían sin democracia, sin derechos, sin libertad...
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